El Pinar de Bédar se encuentra escondido en el hermoso paraje de Almería pero a su vez dispone de una buena infraestructura con la que puede llegar a la zona.

ENTORNO Y ACCESO
ACCESIBILIDAD
DIRECCIÓN: Pº EL PINAR DE BÉDAR, 1 04288 BÉDAR ALMERÍA
Los aeropuertos de Almería (40 minutos) y Murcia (50 minutos) ofrecen vuelos diarios y conexiones con varias capitales Europeas.
Almería es fácilmente accesible a través de la autovía del Mediterráneo, la carretera N-324 que une Granada-Almería, y por la costa a través de la N-340 con Málaga.
A tan sólo 15 minutos del Pinar dispone de una parada del tren de alta velocidad AVE, en la estación de Vera.
Con rutas diarias a Vera, Garrucha o Mojácar puede llegar al Pinar desde cualquier parte gracias a sus comunicaciones.
ENTORNO
Cuenta una leyenda árabe: que mirar al cielo desde estas tierras del Pinar de Bédar, entre la sierra y la costa del levante almeriense, te hace ser un poco más sabio cada día. Pero hoy todo esto es historia. El Pinar de Bédar se asoma al Mediterráneo desde una superficie de 450 Hectáreas, al pie de Sierra Cabrera.
Más de 100 de estas hectáreas forman parte de un plan especial de protección del medio ambiente. Y en este espacio peculiar y privilegiado, donde la naturaleza se ha encargado de reunir unas características tan especiales, es en el que te brindamos la posibilidad de poder vivir.
Quinientos años después, otros pobladores de este lugar, descubrieron que también bajo la tierra se ocultaban otras riquezas en forma de productivos minerales y la zona vivió una época de intensa actividad laboral. La misma luna y el mismo sol que vieron aquellas gentes siguen saliendo cada día.
Y de esta arqueológica industria, de la cual nos sentimos orgullosos, aún tratamos de conservar algunos recuerdos de su lejana existencia. El pueblo de Bédar a tan sólo unos minutos del Pinar, es sin duda uno de los más pintorescos y genuinos de la provincia de Almería.
Con todos los servicios que puede ofrecer una moderna población, pero sin perder ese inconfundible aire morisco, capaz de atraer hasta él a pasear por sus singulares calles, a personas sensibles que todavía piensan que la belleza y tranquilidad son valores en si mismos. Y aquí eso es una realidad permanente.